lunes, 3 de junio de 2013

El judío que derribó el mito del "Holocausto"

El judío que derribó el mito del “Holocausto”.


Judios alemanes portando la estrella de David que habían solicitado los líderes sionistas en Alemania.
Judios alemanes portando la estrella de David que habían solicitado los líderes sionistas en Alemania.
Sus estudios y libros negando la versión oficial del holocausto durante la segunda guerra mundial, le costó, entre otras cosas, que no fuese admitido en el cementerio judío, y que nadie de su pueblo pronunciase un elogio en sus exequias.
Joseph G. Burg, es un autor judío que escribió varios libros sobre la Segunda Guerra Mundial: Guilt and Fate (Culpa y destino), Scapegoats (Los chivos expiatorios), Zionist Nazi Censorship in the Federal Republic of Germany (La censura sionista en la República Federal Alemana, National Socialist Crimes of Bad Conscience by Germans Against Germans under Zionist Direction ( Los crímenes de los alemanes bajo la dirección sionista contra el nacionalsocialismo), y Major Attacks of Zionists against Pope Pius XII and the German Governments (Los principales ataques sionistas contra el Papa Pío XII y los gobiernos alemanes).
En estos libros, Burg trata acerca del tema de los supuestos campos de exterminio nazi, Burg habló con cientos de personas que estuvieron en Auschwitz y visitó el campo en el otoño de 1945, quiso localizar las cámaras de gas y no encontró ninguna. En Burg se iba formando la idea de que no habían existido ni los campos de exterminio, ni las cámaras de gas y ni un plan para exterminar a los judíos de Europa.
Más tarde también visitó Majdanek en tres ocasiones. Allí sí encontró cámaras de gas, pero testificó que eran estancias de desinfección para eliminar piojos. Estas estancias eran de uso común en todos los campos de concentración y eran señaladas con un letrero con el siguiente texto en alemán:“¡ Atención, gas venenoso!” junto un cráneo humano simbolizando la muerte. El Zyklon B era el desinfectante ideal ya que eliminaba gérmenes, pulgas ypiojos sin dañar la tela.
Después de la guerra, Burg escuchó bastantes testimonios sobre gaseamientos en Auschwitz yMajdanek, señalando que, hasta el día de hoy, no se ha descubierto ningún documento mostrando las órdenes de gaseamiento, declaraciones de quienes habían construido las cámaras de gas y donde las habían construido.
Burg testimonió delante de un juez (en el proceso contra Zündel) de haber hablado con cientos de personas que sirvieron y operaron en los crematorios, pero que no pudo encontrar a nadie que hubiera trabajando en las cámaras de gas. Además no se ha encontrado nunca una declaración de alguien que diga que había trabajado en la instalación para gasear seres humanos, y la literatura acerca de estos gaseos es completamente contradictoria.
En cada campo habían crematorios, tenían un fin práctico ya que la gente moría. Cuando los alemanes ocuparon los territorios del este, se establecieron grandes campos de concentración y se construyeron crematorios de mayor capacidad a medida que la guerra progresaba. Hubo epidemias que causaron miles de muertos y los crematorios eran la única solución para evitar le extensión de las epidemias.
Como cualquier otra actividad en los campos, los prisioneros se encargaban de los crematorios. Constituía un duro trabajo debido al calor y al esfuerzo de colocar los cuerpos dentro de los hornos. Los prisioneros realizaban esta labor en tres turnos al día, y lo hacían voluntariamente. Los voluntarios se solicitaban por medio del consejo judío del campo, sería, pues, muy importante poder indagar el tipo de cooperación existente entre ese consejo y la organización oficial del campo compuesta por laSS.
Cuando estos crematorios funcionaban a toda su capacidad, las chimeneas arrojaban una gran cantidad de humo, lo que dio pie a que la gente de fuera del campo inventaran historias como la cremación de personas aún con vida y similares, llegando incluso a comentar que cuando el humo salía de color azul es que estaban quemando judíos.
Burg testificó en el mismo proceso que le hubiera gustado escuchar a un judío que hubiera sido forzado a jurar bajo los ritos judios, usando la kippa, con la Biblia hebrea y en presencia de un rabino. Entonces éste si hubiera sido un testimonio válido, ya que los juramentos superficiales no son moralmente recriminatorios para los judíos.
En 1946, Burg asistió a los juicios de Nuremberg, cuando los asuntos sobre los judíos empezaron a tratarse. Durante una de estas comparecencias, conoció a Ilya Ehrenburg y a un editor judío, quienes habían estado en Auschwitz durante años. Burg preguntó al editor si él había visto alguna instalación para “gasear” seres humanos, él contestó que no. Ehrenburg, quien había sido el dirigente de la propaganda para el Ejército Rojo durante la guerra, dijo a Burg que él había estado enAuschwitz pero que tampoco había visto nada sobre “gaseos” a seres humanos.
En 1946 y 1947, Burg vivió en Freising, un campo para judíos desplazados, cerca de Munich en la zona estadounidense. El director era un oficial judío estadounidense. Burg sirvió allí como delegado: él organizó la policía, la prisión, el diario, y los asuntos culturales. Organizó grupos y los condujo a las proximidades de Bavaria (el sur de Alemania), para mostrarles los lugares de interés, museos y castillos.
Sus experiencias en el campo fueron incluidas en su libro “Guilt and Fate”.
Burg testificó que la emigración de judíos desde la Alemania nazi fue dificultada por los sionistas impidiendo que los judíos se dirigieran a otros países, ya que su interés era hacer que fueran a Palestina. La mayoría de los países prohibieron la entrada a los emigrantes judíos.
Cuando Göring, se encargó del “Asunto judío”, optó por un plan propuesto por el fundador del movimiento Sionista, Theodor Herzl, que consistía en llevar a los judíos a Uganda o Madagascar. Ambas colonias pertenecían a Francia. El plan no funcionó, pero la sola existencia del plan, prueba que, por lógica, la liquidación de judíos nunca existió.
El Acuerdo de “Haavara” (Transferencia) de 1933 fue uno de los incidentes más notables en la estructura del “holocausto”. Bajo este acuerdo, se planificó que aproximadamente 2.5 millones de judíos fueran trasladados en camiones. El acuerdo nunca fructificó ya que los sionistas no pudieron trasladar tal número de judíos a Palestina.
Burg averiguó que los líderes sionistas alemanes solicitaron, ya en 1933, que los judíos portaran la estrella de David amarilla. Los Sionistas no vieron en esto una degradación, sino un gesto heróico, tal y como las SS portaban la svástica. En 1938, el director del movimiento sionista en el Tercer Reich, hizo portar a los judíos la estrella amarilla en contra de los deseos de Göring y Goebbels.
Burg escribió en su libro acerca de la cooperación que existió entre los líderes del sionismo, incluyendo a David Ben-Gurion, con el régimen nazi antes de la guerra. Bastantes días después de que Hitler fuera sido nombrado Canciller, Rabbi Leo Baeck, anunció públicamente que los intereses del judaísmo eran idénticos a los intereses del nacionalsocialismo. Baeck quiso decir “sionismo” y no“judaísmo”. En ese tiempo, los sionistas constituían el 1,5% de la población judía en Alemania. Unos días después otro líder sionista haría una declaración similar.
A principios de la década de 1930, como resultado de la cooperación entre nazis y sionistas, aproximadamente 120.000 judíos emigraron desde Alemania hacia Palestina. Sin embargo, las dificultades comenzaron cuando Inglaterra, que administraba ese país, se rehusó a permitir la inmigración debido al malestar árabe.
Los sionistas en Alemania trabajaron organizando escuelas para niños, con clases de hebreo, tiendas para jóvenes, etc., para, de esa manera, preparar a la gente en su migración a Palestina. Los sionistas sólo estaban interesados en la migración a Palestina e hicieron todo lo que estuvo a su alcance para asegurar que ningún otro país aceptará a los judíos. Los nazis estaban interesados en facilitar la migración de los judíos tan pronto fuera posible.
La cooperación entre sionistas y nazis continuó hasta 1942, con gente como Adolf Eichmann,Golda Meir y David Ben-Gurion, época en la que, en opinión de los sionistas, se cumplió el objetivo. Más tarde, para borrar cualquier rastro de su cooperación con los nazis, los sionistas se comportaron como el ladrón astuto que corre hacia la policía gritando “¡ Detengan al ladrón!”
Burg testificó que no hubo aniquilamientos en los campos de concentración. Las personas saludables fueron usadas para trabajar, pero la invención de las cámaras de gases tuvieron origen en mentes enfermas. En Birkenau, donde supuestamente ocurrieron gaseamientos, los judíos, hombres y mujeres, tuvieron trato preferencial. Un ejemplo de esto fue Benedikt Kautsky, judío perteneciente al Movimiento Mundial Socialista- Marxista.
El Dr.Kautsky estuvo en Birkenau durante la guerra realizando labores de oficina. Su madre, de 79 años de edad también fue enviada a ese campo. Cuando ella enfermó, se le dispuso un cuarto individual y una dieta especial ordenada por el doctor. Cuando fue liberado Kautsky, regresó a Austria, donde continuó su trabajo científico. En 1946, inmediatamente después de su liberación, fue uno de los primeros en publicar un libro: “Teufel und Verdammte” (El diablo y los condenados), Burgtestificó que ese libro si tenía un verdadero valor histórico, sin embargo, toda la edición fue destruida.
Un año y medio más tarde, publicó otra edición en la cual se reescribieron varios párrafos y se hicieron cambios en otros, aún así en el libro no existen datos acerca de cámaras de gas y el Dr.Kautsky continuó afirmando que él nunca vio ninguna.
En “Schuld und Schicksal” (Culpa y Destino), Burg trata acerca de los ghettos de Varsovia y Lodz. Cuando las tropas alemanas ocuparon Varsovia, quisieron concentrar a toda la población judía. Esos ghettos existían desde hacía siglos, pero los judíos que asimilaron la cultura anfitriona no vivían en ellos. Cuando llegaron los alemanes, quisieron tener a todos los judíos juntos. Los sionistas se mostraron satisfechos con este arreglo. Un Consejo Judío elegido gobernaba el ghetto. Tenían su propia policía, sus cárceles y cualquier otra cosa. Naturalmente algunos de esos policias cometieron crueldades, uno de ellos fue el vicepresidente de la policía, quien más tarde fue ejecutado. ParaBurg, esa ejecución fue la evidencia de que los judíos se defendían de la minoría sionista, quienes usaban a la mayoría para sus propios fines.
En el ghetto de Lodz, también existía una fuerza policíaca judía, un banco judío, una moneda de cambio judía, una oficina de correos judía, sellos de correo para uso exclusivo de los judíos y hasta talleres de manufacturas para judíos. Si existía un plan alemán para exterminar a los judíos ¿por qué existían esos talleres?, se preguntó Burg, ¿por qué destinar recursos económicos con esos fines? ¿Por qué entrenar a los niños para el trabajo?.

INDEMNIZACIONES
Si durante toda la Segunda Guerra Mundial, ningún soldado alemán estuvo en Palestina. ¿ Cuáles eran entonces los daños y qué es lo que había que “reparar”?
Israel presentó entonces un documento a Alemania, declarando que tres de cada cuatro judíos europeos murieron y que el pueblo de Israel demandaba una indemnización por esas muertes. En ese documento nunca se afirmó que hubieran muerto 6 millones. Tampoco que hubieran sido gaseados ni asesinados. La palabra usada fue “muertos”. La suma inicial de 3.5 marcos ha crecido y no sólo será pagada por los alemanes que viven en la actualidad, sino los que nacerán el día de mañana. Las sumas se pactaron por 40 millones de judíos gaseados, luego por 25 millones, y finalmente por 6 millones.
Israel existe sobre la tesis de que el holocausto sucedió y el pueblo alemán paga con el dinero ganado con su esfuerzo.

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